La primera comunión es un acto solemne y emotivo para los más pequeños, pero también ilusionante, por el ambiente festivo, los regalos y otros componentes lúdicos que lo rodean. Cada año se producen en España alrededor de 250.000 de estas ceremonias, según datos de la iglesia de la Conferencia Episcopal, estadística que ofrece dos lecturas: (1) las nuevas generaciones no han perdido su arraigo espiritual y (2) los menores perciben la primera comunión como un acontecimiento alegre y divertido.
En una primera comunión, los padres más comprometidos se esfuerzan en cuidar hasta el último detalle y procuran que todo salga perfecto. Sin embargo, no es tarea fácil. Muchos son los factores que confluyen: la decoración de la fiesta, el lugar elegido para su celebración, el programa de actividades, etcétera. Si te preguntas cómo sorprender a tu hijo en su comunión, las siguientes líneas te interesan (y mucho).
Estas ideas te ayudarán a sorprender a tu hijo en su comunión
Celébrala al aire libre
Aunque las comuniones suelen oficiarse en los meses de mayo y junio, extraña que las fiestas con las que se conmemora este acto se celebren mayoritariamente en interiores, bien en el propio domicilio, bien en locales alquilados a tal efecto. ¿Por qué no hacerlo al aire libre? Cada vez más familias optan por festejar este día en plena naturaleza, un marco más atractivo, relajante y polivalente para celebrar este tipo de eventos y que presenta, además, multitud de beneficios para los organizadores.
Y es que los problemas de aforo desaparecen en parques, jardines y fincas, que dan muchísimo juego en términos de decoración y de oferta de entretenimiento. Es por ello que muchos padres se decantan por contextualizar sus fiestas de comunión en destinos como la Finca Trinidad, un entorno rodeado de jardines, bosquecillos de pinos, olivos y chopos centenarios y otros paisajes de ensueño.
Regala experiencias en familia
Frente a los obsequios y caprichos materiales, regalar experiencias es una elección más adecuada. Planes como una travesía en tren turístico, los vuelos en globo aerostático o la visita a parques acuáticos y de atracciones son actividades memorables que entusiasmarían a cualquier niño.
Para las familias más devotas, la primera comunión es una oportunidad para que sus hijos descubran algunos de los principales enclaves del turismo católico, como la Catedral de Santiago de Compostela en La Coruña, el Santuario de Fátima en Portugal o la Ciudad del Vaticano en Italia. Cualquiera de estas experiencias supondrá, para los niños, una sorpresa original en comuniones.
Tematiza la fiesta con sus personajes favoritos
Los motivos angelicales, globos blancos y adornos cruciformes que se emplean en la decoración para comunión de niño son eficaces, pero existen otras opciones más creativas. Tematizar esta fiesta con la estética de Peter Pan, Mickey Mouse, Spiderman, Winnie the Pooh u otros personajes infantiles arrancará una sonrisa a los más pequeños. Además, los adornos y accesorios requeridos (guirnaldas, colgantes, carteles, etcétera) son fáciles de obtener a través de internet gracias a las numerosas tiendas online dedicadas a este mercado. De igual modo, el menú gastronómico y el programa de juegos pueden basarse en estos iconos populares, para deleite del niño y de todos sus invitados.
Elige regalos con valor simbólico
Los regalos son uno de esos ‘ingredientes’ que no pueden faltar en una comunión perfecta. Incluso en esta celebración, las listas de deseos están representadas por productos tecnológicos como los videojuegos, los teléfonos móviles o los juguetes electrónicos, resultado de una sociedad dominada por el materialismo. Se recomienda, en su lugar, elegir regalos con valor simbólico o sentimental.
Sin lugar a dudas, las pulseras, collares y medallas tradicionales de comunión son regalos apropiados, aunque sorprenderán menos debido a su tipicidad. Entre las mejores ideas para regalar a un niño por su comunión, destacan las lecturas inspiradoras, muchas de ellas infantiles y otras de celebridades de la literatura, como Cruzada en jeans de Thea Beckman o cualquier relato de misterio sobre el padre Brown de G. K. Chesterton, que les deleitarán con miles de horas de diversión y de reflexión. Incluso Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis contienen enseñanzas cristianas de interés.