Los bautizos suelen organizarse en salones cerrados, pero un enfoque distinto puede transformar la celebración en una experiencia fresca y memorable: un picnic elegante en el jardín. Esta propuesta combina lo mejor de la naturaleza con el cuidado por los detalles. La idea es crear un ambiente relajado, donde niños y adultos disfruten por igual en un entorno abierto y acogedor.
Un picnic con estilo
No se trata de improvisar mantas y bocadillos, sino de diseñar un picnic sofisticado. Mantas de lino blanco, cojines de colores suaves y cestas de mimbre llenas de delicatessen convierten el espacio en un escenario de revista. Las mesas bajas, decoradas con flores frescas y vajilla de cerámica artesanal, añaden un aire chic sin perder naturalidad.
La comida se puede presentar en formato buffet de picnic: mini sándwiches gourmet, ensaladas en tarros de cristal, tablas de quesos y fruta fresca en pequeñas bandejas. Para los adultos, se puede preparar una barra de limonadas con hierbas aromáticas y vinos blancos ligeros; para los niños, zumos naturales y dulces decorados.
Entretenimiento y ambiente
El entorno de jardín permite actividades divertidas: juegos clásicos para los pequeños, música acústica en vivo para dar un aire cálido, o incluso talleres de manualidades. Los invitados no solo asisten a una ceremonia, sino que participan en un día de convivencia relajada.
Un bautizo en picnic elegante es la opción ideal para quienes quieren huir de lo tradicional sin caer en lo excéntrico. El aire libre, combinado con detalles cuidados, convierte el evento en una celebración con personalidad y encanto.
