¿Por qué nos arrodillamos al pedir matrimonio?

Todos hemos visto esta escena en el cine cientos de veces. El hombre pone una rodilla en el suelo y saca un anillo de diamantes brillantes enclavado en una caja de terciopelo negro.  Es la forma más habitual al pedir la mano pero, ¿de dónde viene? Te contamos el origen de esa costumbre.

¿Cuál es el origen de hincar la rodilla al pedir matrimonio?

Por desgracia, nadie puede ponerse de acuerdo sobre los orígenes históricos de este gesto romántico, ya que no existen registros históricos de cuándo empezó está tradición.  Sin embargo, hay algunas teorías que pueden explicarlo.

La caballerosidad  es una de las características que todos asociamos a la Edad Media, y el cortejo formal era la versión medieval de las citas de hoy en día. Hincar la rodilla fue también el protocolo para muchos rituales y ritos de paso ceremoniales, incluidos los del tipo romántico. Las obras de arte medieval y la literatura de la época muestran como los caballeros hacían una genuflexión ante su señor feudal como un signo de honor y respeto, o se ponían de rodillas delante de una mujer de la nobleza para expresar su servidumbre eterna y admiración en una demostración de «amor cortés».

Pero los rituales medievales no son la única explicación posible; la religión también puede jugar un papel importante. Muchas religiones, como el cristianismo y el Islam, acostumbran a que sus fieles se arrodillen en oración para expresar respeto a Dios y la voluntad de ponerse a su servicio. Así que cuando un hombre se pone  de rodillas ante una mujer le está ofreciendo su amor por toda la eternidad. El anillo es la señal de este compromiso.

También se interpreta que el hombre está siendo sumiso a la mujer y le entrega sus sentimientos. Curiosamente, arrodillarse para pedir la mano es una costumbre en muchas culturas, por lo que parece un gesto bastante natural para este tipo de situaciones.

¿Cómo sigue la tradición? Si la mujer acepta la propuesta, la etiqueta marca que el novio pida oficialmente la mano a los padres de la novia, en una ceremonia que se llama pedida de mano. Aunque desde luego esto ya no es un requisito para que la boda se lleve a cabo, a muchas parejas les gusta seguir adelante con esta costumbre.

¿Recuerdas cómo pediste o te pidieron matrimonio? Cuéntanoslo en los cometarios.

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