Durante el rodaje de Perdiendo el juicio en Finca Trinidad, una de las directoras de arte se acercó y nos dijo algo que no se nos va a olvidar: “Este lugar tiene alma. Es como si contara cosas aunque esté en silencio”. Y sí, lo hace. Porque aquí se han contado cientos de historias. Algunas escritas en guion. Otras vividas con emoción real.
La cámara se apaga, las luces se recogen, los actores se marchan. Pero Finca Trinidad sigue aquí, igual de hermosa, igual de viva. Porque más allá del rodaje, cada día seguimos siendo el escenario donde ocurren momentos auténticos. Tu boda. Tu almuerzo de domingo. La comunión de tu hijo. El reencuentro con amigos. Una pedida sorpresa. Todo eso también es cine. Del bueno. Del de verdad.
No necesitas guion. No necesitas director. Solo necesitas venir y dejarte llevar. Nosotros ponemos la luz natural, el fondo verde, la música suave, la cocina exquisita y ese ambiente de calma y belleza que no se fabrica: se siente.
Finca Trinidad no es solo una finca. Es el lugar donde los recuerdos se convierten en historia. Y ahora, también es parte de una serie de televisión. ¿Lo mejor? Que tú también puedes protagonizarla. Porque no hace falta actuar cuando todo es real. Solo hay que vivirlo.
Te esperamos con los brazos abiertos. Para celebrar lo que tú quieras. Como tú lo sueñas. Y sí, con la misma pasión con la que se rueda una escena, pero con un final aún mejor: el tuyo.